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¿Qué son los residuos industriales?
Entre esos desechos se encuentran aceite usado, trapos contaminados, disolventes, pinturas, baterías, pilas, plásticos contaminados y envases que hayan tenido sustancias peligrosas; escombros, emisión de gases a la atmósfera.
Materia aparte, esas emisiones generadas en la atmósfera por la misma actividad están reguladas en otro texto legal, la Ley 34/2007.
Esta ley establece que solo las industrias que generan los residuos están facultadas para deshacerse de ellos, pues indica que el desecho industrial es:
Son variados los desechos industriales que pueden ser reciclados y reusados, aunque esto tiene un coste alto que en el pasado ha frenado a las industrias a la hora de planteárselo.
Sin embargo, en aras de favorecer la ecología y de proteger al medio ambiente, en los últimos tiempos, muchas empresas han decidido contribuir con el entorno donde desarrollan sus actividades y reciclar los desechos por ellas generados.
¿Cómo los podemos clasificar?
Los residuos industriales están referidos a tres grupos, por su origen, conocidos como residuos inertes, residuos similares a los desechos sólidos urbanos y residuos peligrosos.
Residuos inertes
Así, los escombros dejados como consecuencia de la actividad industrial, los desechos ferrosos de cualquier tipo, y los metales en general se definen como residuos inertes.
Estos residuos no representan peligro alguno para el medio ambiente, no necesitan tratamiento antes de la disposición final, se forman en grandes cantidades y se usan como relleno de los terrenos, aunque hay algunas especies con características abrasivas, como chatarra, fangos, vidrios.
Residuos sólidos urbanos
Los desechos de oficinas y comedores, como papel, cartón, plásticos, textiles, maderas o cualquier otro componente orgánico, vienen siendo residuos similares a los residuos sólidos urbanos.
No representan otro peligro que el de la contaminación visual que su acumulación produce en las calles, los terrenos baldíos o en las quebradas, aunque si no son recogidos y gestionados a tiempo pueden convertirse en un foco de contaminación digno de tomar en cuenta.
Residuos peligrosos
Y los residuos peligrosos que son las sustancias que pueden afectar la salud por sus componentes químicos, su reactividad o sus niveles tóxicos, y que dañan la salud de las personas y el medio ambiente.
Los residuos sanitarios también son especialmente peligrosos y delicados.
Son los que hacen que en los lugares de trabajo se empleen condiciones especiales para proteger el personal que se encarga de su procesamiento.
Es decir, las industrias están obligadas a contar en el área de trabajo no solo con el respaldo de seguridad industrial sino el de personal acreditado para actuar en casos de emergencia y el personal médico para intervenir en caso de que esa emergencia atente contra la salud de los empleados.
¿Cómo afectan al medioambiente?
Los residuos industriales peligrosos lo son tanto para las personas como para el entorno, sobre todo los desechos tóxicos que contaminan el ambiente y contribuyen al efecto invernadero, verdadero dolor de cabeza de los seres humanos en estos tiempos del cambio climático.
Por eso, cuando se haga en reciclaje de algunos de estos desechos, es necesario asegurarnos de que han dejado de ser tóxicos, porque, de no ser así, pueden ocasionar el mismo efecto negativo en nosotros y en nuestro hábitat.
En resumen, los desechos industriales contaminan el agua porque incorporan microorganismos, productos químicos o aguas residuales, y la transforman en inútil para el consumo humano y otros usos.
La contaminación del suelo por los residuos industriales produce un profundo desequilibrio físico, químico y biológico que afecta sobremanera a la flora, la fauna y los seres humanos.
Y contaminan el aire al agregar a la atmósfera componentes de gases tóxicos, dióxido e carbono (CO2) que afectan, también, el normal desarrollo de la flora y la fauna y que inciden negativamente en nuestra salud.
¿Cómo podemos gestionarlos?
Esas operaciones deben contar con la autorización y comunicaciones previas y los controles de cada comunidad autónoma competente.
Sobre la gestión de residuos propiamente dicha, hay diferentes posiciones que van desde aquellos que hablan de los beneficios económicos para el país como los que alertan acerca de las consecuencias y problemas que ocasionan en el medio ambiente.
Los desechos industriales, aunque no sean peligrosos, deben ser manejados y dispuestos correctamente, por su misma naturaleza, para evitar el daño que puedan causar a los habitantes de las ciudades, los pueblos y el medio ambiente.
En este sentido, el productor o el poseedor de los residuos, para dar el trato adecuado a estos, debe cumplir una serie de condiciones.
Entre esas obligaciones están:
- Realizar el tratamiento de los desechos por sí mismo, como lo establece el ordenamiento jurídico.
- Encargarlos a una empresa experta en el procedimiento de gestión de residuos registrada conforme a los requisitos de ley
- Y entregarlos a una entidad pública o privada de recogida de residuos, para su tratamiento final.
El manejo correcto de los residuos industriales favorece la imagen de las empresas del ramo, porque les da sustentabilidad por su responsabilidad social no solo ante las autoridades sino ante los miembros de la comunidad donde estén establecidas.
Por eso es fundamental que la industria, el estado y la población en general, sobre todo los trabajadores, trabajen mancomunadamente para hacer de esta una actividad que sea el orgullo de todos.
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