¿Cuáles son los tipos de contaminación en los alimentos?
Un alimento contaminado es aquel que ha sido invadido por gérmenes, patógenos, parásitos, toxinas, sustancias químicas o radiactivas, entre otros agentes externos que pueden transmitir enfermedades a seres vivos, incluido el hombre.
Implica entonces la presencia de cualquier materia anormal en el alimento que compromete su calidad y afecta al ser humano que la consuma.
La contaminación en los alimentos es mucho más frecuente de lo que creemos. Aunque los controles sanitarios son cada vez mayores, también es cierto que muchos alimentos se contaminan con tóxicos de diferente naturaleza.
Por lo general, se debe a problemas en la manipulación y mal envasado, entre otras causas asociadas a manejos poco higiénicos.
Contaminación biológica
Aparece la contaminación biológica en los alimentos cuando ingresan Hongos, virus, bacterias y hasta parásitos. Pero ya no es tan frecuente, porque los controles sanitarios son muy rigurosos en la mayoría de los países integrantes de la industria alimenticia mundial.
Contaminación natural
Existen algunas toxinas que se diferencian de los virus y bacterias, que también pueden contaminar los alimentos y generar problemas de salud moderados y/o graves.
Por ejemplo, hay algunos animales que albergan toxinas para defenderse, pero si llegamos a consumirlos puede ser mortal. Tal es el caso del pez globo, al cual debe suprimirse la parte tóxica, si es que vamos a consumirlo.
Pero también hay alimentos que contienen una carga de toxinas que pueden afectar la salud, alimentos carentes de nutrientes, con “calorías vacías” que pueden dañar al organismo, siempre que se los consuma de forma constante.
Se trata de aceites vegetales, refinados que contienen toxinas poco saludables, como los de maíz, girasol, cártamo, de semilla de algodón y de soya.
Estos contienen elevados niveles de ácidos linoleicos de omega 6, cuya ingesta en exceso es perjudicial para la salud, ocasionando un envenenamiento que puede derivar en algún tipo de cáncer.
Contaminación generada por tóxicos ambientales
Es el tipo de contaminación que se origina gracias a sustancias artificiales presentes en el medioambiente que logran integrarse a ciertos alimentos.
Son una verdadera preocupación del mundo moderno, porque generan problemas de salud a los seres humanos y especies animales.
Resulta típica la contaminación de alimentos con metales pesados como el cadmio y el mercurio, usados en distintos procesos industriales. Lo peor es que logran incorporarse a alimentos de origen vegetal y animal que después consumimos.
Por eso es absolutamente imperativo que baterías y pilas inservibles, así cómo toda la chatarra tecnológica, sean eliminadas de forma controlada. Lo ideal es llevarlas a centro de reciclaje donde evitan la contaminación de los suelos y del aire gracias a procedimientos seguros de reutilización.
Contaminación derivada de tóxicos agrícolas
Este tipo de contaminación en los alimentos es aquella originada por el hombre de forma planificada para combatir ciertas plagas y enfermedades en los cultivos, con uso frecuente de insecticidas, pesticidas y plaguicidas.
Compuestos por químicos muy peligrosos que logran llegar a los alimentos, a vegetales, verduras, frutos, tubérculos y cereales que después el ser humano consume en los centros de distribución, desconociendo el contenido de veneno que portan.
Por eso la apuesta a fertilizantes e insecticidas de origen orgánico y medidas de control biológicas para exterminar plagas son siempre preferibles y obligantes.
Contaminación por manipulación de envases
También hay un tipo de contaminación muy común que procede del manejo indebido de los envases para alimentos, bien sea de plástico y aluminio.
Compuestos de sustancias que pueden llegar a traspasar a los alimentos partículas de moléculas muy pequeñas, microscópicas que después son ingeridas junto con la comida.
De allí que los envoltorios plásticos y de aluminio deben ser eliminados de su uso diario en la cocina, porque contienen sustancias tóxicas no recomendables.
Los mejores ejemplos los tenemos en algunos tipos de plástico y aluminio, que son sustancias que pasan en forma de moléculas microscópicas a los alimentos que se envasan con estos materiales y, al consumirlos, también terminan pasando al interior del consumidor.
Por este motivo, cada vez más gente busca la forma de eliminar el uso de papel de aluminio y plásticos en la cocina.
Contaminación cruzada
Es la contaminación generada por otro alimento, que sucede cuando agentes tóxicos pasan de un alimento a otro. Puede ocurrir, por ejemplo, cuando se combinan alimentos crudos y cocidos, o también por el uso de utensilios que no han sido bien desinfectados.
¿Cuáles son los principales contaminantes que afectan a los alimentos?
Los principales contaminantes de los alimentos pueden sintetizarse de la siguiente manera:
Mala higiene en el manejo de utensilios y envases de cocina.
Falta de higiene de la persona que manipula el alimento, bien sea en el campo, la industria y el hogar.
Se trata de agentes extraños que ocasionan una contaminación alimentaria moderada peligrosa, que provoca, en consecuencia, un efecto negativo sobre la salud de la persona que consume esta comida.
Desde ese punto de vista, tenemos que por ejemplo el aire y los fluidos que expulsamos por nariz y boca, también son fuentes importantes de contaminación de los alimentos.
También figuran el polvo, la tierra, los utensilios mal lavados o no desinfectados adecuadamente, las manos sucias de quien manipula la comida, los insectos que merodean el área de producción y consumo (moscas, escarabajos, mosquitas, entre otros) y los roedores.
También contaminan:
Baterias.
Virus.
Protozoarios.
Parásitos.
Toxinas.
Hongos.
Disolventes y otros de tipo medianamente volátiles.
Metales pesados y compuestos metálicos diversos.
Pesticidas, insecticidas y otros agentes poco volátiles.
Residuos de fármacos de uso veterinario para combatir enfermedades en animales e incrementar la producción.
Formaldehidos y otros contaminantes de tipo gaseoso.
¿Cómo afecta la contaminación a los alimentos?
Se trata de agentes extraños, cualquier sustancia contaminante añadida de forma no voluntaria durante el proceso de producción, elaboración, procesamiento, envasado y empaquetado, almacenamiento, transporte y distribución.
Altera la calidad del producto, al ocasionar una contaminación alimentaria de moderada a peligrosa, que provoca, en consecuencia, un efecto negativo sobre la salud de la persona que consume esta comida.
También, como sabemos, suele ser más elevado de lo que creemos el riesgo de contaminación en la cadena alimentaria agrícola, pudiendo provenir de fuentes como los residuos de sustancias agroquímicas y toxinas naturales.
¿Qué fuentes de contaminantes existen?
Son variadas las fuentes de contaminación de alimentos. La siguiente clasificación es muy útil para comprender de dónde puede provenir el problema.
Emanaciones de tipo industrial, bien sea en forma de humo y de polvo, las cuales invaden la atmósfera.
Aguas residuales originadas en procesos de tipo industrial, las cuales generan una fuerte contaminación del agua usada para producir y lavar alimentos de todo tipo.
Aguas albañales procedentes de actividades humanas.
Emanaciones producidas por el tráfico automotor de las ciudades.
y dispersión de material hidrocarburo, tanto en vías fluviales como marítimas que contaminan la flora y la fauna de estos lugares.
Residuos sólidos procedentes de actividades ejecutadas en industrias, fábricas y comercios y en el hogar.
¿Qué tipos de microorganismos alteran y contaminan los alimentos?
Pero también existen agentes contaminantes muy peligrosos de naturaleza microbiológica. Veamos aquellos de mayor incidencia en las enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.
El alimento, debido a factores intrínsecos, es un caldo de cultivo ideal, por microorganismos.
Y es que la presencia de agentes microbianos, junto a factores de manipulación y conservación inadecuados pueden dar lugar a enfermedades. Los de mayor incidencia son:
Salmonella,causante de una enfermedad muy grave llamada salmonelosis. Por lo general, la contaminación se produce a causa de la Salmonella typhimurium.
Clostridium perfringens, que produce la enteritis.
Clostridium botulinum, culpable del botulismo.
Escherichia coli, que puede provocar desde diarreas profusas hasta fallas de tipo renal gravísimas.
Staphylococcus aureus, que ocasiona gastroenteritis.
Vibrio parahaemolyticus, que produce diarreas y dolores abdominales.
Campylobacter, que ocasiona vómitos, diarrea y fiebre.
Norovirus, que provoca una forma muy fuerte de gastroenteritis aguda viral.
Shigella, que produce la llamada diarrea del viajero.
¿Cómo podemos saber si un alimento o una bebida están contaminados?
Afortunadamente, las enfermedades producidas por los alimentos en mal estado suelen ser mayoritariamente agudas, por lo que generan los siguientes síntomas leves a moderados:
Diarreas.
Fiebre.
Deshidratación.
Cólicos abdominales.
Náuseas y vómitos
Malestar estomacal.
El caso es que la contaminación puede ocurrir en cualquier estado de producción, preparación y manipulación del alimento. Por ejemplo, puede suceder que una carne cruda se contamine durante o después de que sacrifiquen al animal.
Otra forma común de contaminación puede afectar a vegetales, frutas y verduras recién cosechadas, y cuando se manipulan y cuecen.
También pueden dañarse si la refrigeración se ve socavada por un proceso de transporte defectuoso, y porque el calor invade el muelle de carga y se afecta la cadena de frío.
En todos estos casos, el mal olor y peor sabor, el aspecto envejecido y mohoso del alimento, pueden indicarnos su grado de contaminación. Será entonces absolutamente recomendable evitar la ingesta del producto.
¿Cómo y con qué se contaminan los alimentos?
Evidentemente, los alimentos se contaminan por culpa de una mala manipulación o una errática preservación de los mismos.
Por lo general, un alimento puede dañarse si se deja expuesto mucho tiempo a temperatura ambiente o si se cocinan y después no se preservan y refrigeran de forma adecuada.
Son varios los factores que interfieren en la calidad de los alimentos. Hay de tipo físico, químicos y biológicos. En resumen, las causas más frecuentes son:
Imprudencia de dejar los alimentos mucho tiempo a temperatura ambiente, por lo que se oxidan y pudren rápidamente, más aun si el clima predominante es muy caluroso.
Alimentos que se preparan con bastante antelación y no se refrigeran y preservan de forma adecuada, bien sea porque se rompe la cadena de frío.
Alimentos que al recalentar no adquieren la temperatura necesaria para eliminar las posibles bacterias patógenas, como la estafilocócida.
Alimentos mal lavados y cocinados en forma inadecuada.
Alimentos que se contaminan porque la persona que los manipula es un portador de agentes patógenos.
Todo esto afecta la calidad de los alimentos, causando un deterioro muchas veces irreparable que impide su consumo. Incluso, si llegaren a ingerirse, pueden ocasionar intoxicaciones que pueden desencadenar un desenlace fatal.
¿Cómo afecta la contaminación en la comunidad?
El impacto de los alimentos contaminados puede extenderse a la comunidad, porque son portadores de enfermedades de transmisión que pueden afectar a un conglomerado entero que, por ejemplo, consuma la misma fuente alimentaria portadora de algún agente patógeno.
Por eso es típico, por ejemplo, las diarreas y enfermedades gastrointestinales en comedores populares y escolares, donde se han quebrantado algunas de las normas de preservación de los alimentos.
Evitar la mala manipulación de alimentos en todas las fases, desde su producciòn hasta la distribución y cocción, es la mejor medida preventiva.
¿Cómo evitar la contaminación en los alimentos?
La mejor forma de combatir enfermedades derivadas de la contaminación de los alimentos, se consigue con una serie de normas sencillas que pasan por la prevención en casa.
Asumir los siguientes pasos es básico para contrarrestar cualquier dolencia derivada de la contaminación de los alimentos. Estos son:
Limpiar
Es indispensable lavar bien los alimentos, de ser posible con vinagre una vez que los traigamos del supermercado. La limpieza abarca también las manos, los mostradores y muebles de cocina, así cómo los utensilios que usemos para cocinarlos.
Separar
Es conveniente mantener siempre los alimentos crudos separados de los que ya han sido cocinados, porque los gérmenes pueden pasar de un alimento a otro con más facilidad de la que creemos.
Cocinar
Siempre es prudente cocinar los alimentos y mantenerlos calientes antes de la ingesta diaria. El calor es el principal enemigo de todos los tipos de gérmenes y patógenos.
Enfriar
Siempre es altamente recomendable refrigerar aquella comida fresca, pero en forma inmediata para evitar que se contamine y dañe. No olvides cumplir con las siguientes pautas:
Lave sus manos con frecuencia, especialmente antes de preparar alimentos, hay que usar un buen desinfectante, especialmente después de ir al baño.
Todas las superficies de la cocina, incluidas también ollas, platos, vasos y utensilios deben lavarse con agua potable.
Evitar que insectos, mascotas y otros animales puedan acercarse al área de la cocina. Es indispensable mantenerlos alejados de los alimentos.
Mi nombre es Teresa Vaz Ferrà y soy estudiante de Biología en Barcelona.
Me gusta colaborar con esta página porque desde bien joven me ha encantado el funcionamiento de la naturaleza y la biología. Tenía claro que quería estudiar algo relacionado con estos temas y por eso me acabé decidiendo por Biología.
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Un alimento contaminado es aquel que ha sido invadido por gérmenes, patógenos, parásitos, toxinas, sustancias químicas o radiactivas, entre otros agentes externos que pueden transmitir enfermedades a seres vivos, incluido el hombre.
Existen algunas toxinas que se diferencian de los virus y bacterias, que también pueden contaminar los alimentos y generar problemas de salud moderados y/o graves. 
Es el tipo de contaminación que se origina gracias a sustancias artificiales presentes en el medioambiente que logran integrarse a ciertos alimentos.
También hay un tipo de contaminación muy común que procede del manejo indebido de los envases para alimentos, bien sea de plástico y aluminio.
Se trata de agentes extraños que ocasionan una contaminación alimentaria moderada peligrosa, que provoca, en consecuencia, un efecto negativo sobre la salud de la persona que consume esta comida.
Se trata de agentes extraños, cualquier sustancia contaminante añadida de forma no voluntaria durante el proceso de producción, elaboración, procesamiento, envasado y empaquetado, almacenamiento, transporte y distribución.
Pero también existen agentes contaminantes muy peligrosos de naturaleza microbiológica. Veamos aquellos de mayor incidencia en las enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.
El caso es que la contaminación puede ocurrir en cualquier estado de producción, preparación y manipulación del alimento. Por ejemplo, puede suceder que una carne cruda se contamine durante o después de que sacrifiquen al animal.
Evidentemente, los alimentos se contaminan por culpa de una mala manipulación o una errática preservación de los mismos.
El impacto de los alimentos contaminados puede extenderse a la comunidad, porque son portadores de enfermedades de transmisión que pueden afectar a un conglomerado entero que, por ejemplo, consuma la misma fuente alimentaria portadora de algún agente patógeno.
