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¿Qué es la contaminación lumínica?
La contaminación lumínica es una forma de polución ambiental que produce una dispersión de la luz sobreabundante generada a través de fuentes artificiales de iluminación, responsables de la creación de una atmósfera negativa muy brillante que invade los cielos y no deja espacio a la luz nocturna natural.
Wikipedia, por su parte, explica dos caras de la misma moneda, dos definiciones que a nuestro modo de entender se complementan. La primera establece que este tipo de contaminación vulnera, sin excepción, todos los ecosistemas al degradarles por culpa de la introducción de una luz innecesaria que genera distorsiones.
En ambos casos, se reconoce el daño ambiental que genera la luz artificial. Y allí es donde queríamos llegar.
En estas ciudades abundan los avisos publicitarios funcionando ininterrumpidamente, con más luces tipo marquesinas con efecto intermitente que invitan a las personas que pasean a comprar todo tipo de productos de marcas mundialmente famosas o, mejor aún, de ofertas tentadoras difícilmente eludibles.
Este ambiente sobreiluminado es lo que se conoce como contaminación lumínica, dónde el brillo nocturno aplasta el disfrute de una noche de estrellas o de luna llena.
Justamente esa supresión de la luz natural de la noche, su eliminación, es lo que afecta los seres vivos de muchos ecosistemas terrestres.
El otro gran problema asociado es el derroche de energía que se produce por culpa de estos espectáculos artificiales de iluminación, generándose altos costes sin que prevalezca un necesario punto de equilibrio que respete al medioambiente.
¿Por qué se produce y cuáles son las causas?
¿Pero cómo ocurre este fenómeno?
Una mala iluminación nocturna, como ya se ha explicado, limita la visualización de los cuerpos celestes del cielo durante la noche, porque se produce una distorsión tal que impide la observación natural de las estrellas, cometas y otras manifestaciones o fenómenos naturales.
Las principales causas obedecen a la estética comercial que siempre buscan las grandes ciudades, más que a la funcionalidad de las mismas.
O a razones de seguridad, porque algunas urbes instalan sistemas anti atracos basados en una sobreiluminación que efectivamente aleja a los ladrones de lugares concurridos, pero con grandes costes asociados a la producción de energía eléctrica.
Lo cierto del caso es que una vez más el ser humano introduce distorsiones a los ciclos de la naturaleza, intentando en este caso prolongar innecesariamente el día no respetando las dinámicas de la noche.
¿Cómo afecta la contaminación lumínica a los seres vivos y al medio ambiente?
Uno de los daños directos más importantes sobre el medioambiente, es que gracias al exceso de producción de energía, generalmente producida con la ayuda de materias primas provenientes de combustibles fósiles como el petróleo, en vez de reducir, aumentamos aún más las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los ecosistemas nocturnos de igual forma se alteran. Es increíble como desconocemos que una gran cantidad de seres vivos, empezando por las plantas, cumplen ciclos vitales durante la noche.
Igualmente, sufren los animales y los propios seres humanos.
Estos daños o interferencias se extienden al tráfico aéreo y marítimo, a la efectividad de las observaciones nocturnas que la astronomía practica desde hace siglos en Observatorios del mundo entero y en general a una percepción clara del Universo y los datos que todavía desconocemos.
La luz artificial mal administrada puede expandirse hasta cientos de kilómetros más allá de su rango o espectro necesario, cuando cruza los cielos, sube, baja, proyectándose de forma incorrecta por la atmósfera, saturada de brillo.
Esto conlleva a la proliferación de plagas y genera cambios ambientales que no terminamos de comprender. Y más aún, genera un derroche de energía francamente preocupante.
Algunos efectos negativos sobre la naturaleza son:
- Se ha demostrado que el exceso de luz artificial trastoca el ciclo de crecimiento natural de los árboles expuestos, los cuales aceleran este proceso de forma equivocada.
- También crece la contaminación del aire, porque se alteran igualmente procesos de orden químico que transforman en depósitos de nitrato a los óxidos de nitrógeno.
- El caso de la afectación en animales es mucho peor. Muchas de sus actividades, desde cazar para conseguir alimentos, aparearse o migrar, lo hacen a partir de la puesta del sol. Así que la luz artificial nocturna que el ser humano instala con exceso en zonas naturales externas, introduce distorsiones que muchas especies no pueden soportar.
En los últimos años, la ciencia ha podido documentar que efectivamente muchas especies de vida nocturna se han visto obligadas a migrar frente a focos de iluminación artificial insoportables en ambientes naturales, donde la biodiversidad se ve amenazada: aves, anfibios, peces, reptiles y mamíferos terrestres y voladores, sucumben por culpa de los efectos de una contaminación lumínica que les inmoviliza, les mantiene en zozobra, o sobre-estimula, como ocurre con los insectos, con un efecto denominado “vuelo a la luz” que les mata ineluctablemente, tras sentirse atraídos por un potente foco que despide grandes cantidades de calor y luz.
De esta manera cruel, se rompe el rol poderoso que ocupan los insectos en la cadena trófica, como es servir de alimento a otros seres vivos o polinizar las plantas para sostener el milagroso ciclo de la vida.
¿Cómo afecta a las personas?
Los seres humanos son diurnos por naturaleza.
La noche es para descansar y recargar energías. Pero las dinámicas de la vida moderna han ido cambiando el ciclo natural día-noche, invirtiéndole en muchos casos, acarreando fatales consecuencia para la salud de las personas implicadas en este dinámica nada positiva.
La aparición de la electricidad en la vida humana, introdujo distorsiones en el biorritmo natural de las personas, especialmente en los países desarrollados, donde los niveles de contaminación tienen picos muy superiores, incluida la luz artificial excesiva, que impide que el cerebro de las personas descanse cuando le corresponde.
En este sentido, existe un estudio muy serio producido por un equipo de neurocientíficos de la Ohio State University Medical Center, quienes descubrieron que la exposición prolongada a luces artificiales de ordenadores o computadoras y otros equipos electrónicos, produce los siguientes problemas de salud:
- Depresión.
- Alteraciones cerebrales, en la zona del hipocampo.
- Alteraciones en las espinas dendríticas de las células.
- Incremento de factores de riesgo asociados a necrosis tumorales.
Hay otros trastornos asociados al sueño, con los siguientes cuadros:
- Inquietud al dormir.
- Insomnio y/o sueño interrumpido.
- Ansiedad y nerviosismo.
- Cansancio extremo en caso de exposición a luces muy potentes.
El ser humano ha basado su evolución en la luz que proporcionaba la energía solar.
Esto provoca que no estemos para nada adaptados a los nuevos ciclos nocturnos que en la sociedades industrializadas son tan comunes.
Por ejemplo, hay personas que hacen trabajos por turnos (y por lo tanto hay semanas que trabajan durante las noches). Pero también, incluso aquellos ciudadanos que no trabajan por la noche, suelen trasnochar en exceso, ya sea porque consulta el smartphone, la televisión o cualquier otro aparato electrónico.
Lo que es evidente es que la luz es fuente de vida y nos beneficios muchísimo de ella.
Para más información: La Importancia de Nuestros Relojes Internos y Cómo Ponerlos en Hora.
¿Qué medidas podemos tomar para reducir la contaminación lumínica?
Jamás debe creerse que los extremos son la solución.
La necesidad de luz artificial para la vida humana es real, pero no el exceso de iluminación.
Hay una serie de medidas sencillas que pueden surtir efecto positivo:
- Evitar el incorrecto direccionamiento de la luz artificial por encima de la media horizontal. Es preferible usar luminarias de tipo apantalladas que sean direccionadas hacia abajo y no hacia arriba.
- Utilizar las bondades de la tecnología aplicada a la electricidad, empleando focos de vapor de sodio a baja o alta presión, en zonas de alto tráfico nocturno de urbes muy pobladas.
- Reducir la iluminación artificial en zonas innecesarias que permanezcan cerradas al público durante la noche, evitando que la luz se propague más allá de lo necesario.
- Instalar dispositivos con celdas sensitivas para el apagado automático y selectivo de luminarias en avenidas y calles citadinas y rurales, para ahorrar el consumo eléctrico y reducir la contaminación lumínica.
- Establecer regulaciones más estrictas que limiten la exposición de avisos publicitarios luminosos en horas nocturnas e imponer sanciones a quienes hagan caso omiso de estas disposiciones.
- Prohibir espectáculos con cañones de luz o proyectores laser que direccionen la luz hacia los cielos nocturnos.
- Promover actividades en la comunidad que rescaten el derecho de los ciudadanos a contemplar el cielo nocturno y sus estrellas, fomentando de igual manera una consciencia que permita la comprensión de los alcances negativos de la exposición indeseada, excesiva y abusiva a la artificial nocturna.
Documentales y vídeos sobre contaminación lumínica
- Biogeochemical Cycles: What They Are and How They Work [Types and Examples] - 2 junio, 2022
- Main Characteristics of Biodiversity - 1 junio, 2022
- Types of Biodiversity: [Genetic, Species and Ecosystem] - 1 junio, 2022