El ataque de plagas y enfermedades contra nuestras plantas ameritan una decidida acción en defensa de los jardines, huertos y sembradíos que tanto esfuerzo nos han costado.
Pero esa respuesta no es viable con el uso de productos químicos que, más que mejorarla, dañan a la naturaleza, sometida en estos tiempos a un ataque brutal por parte de los mismos seres humanos que deben defenderla.
Los fungicidas químicos son sustancias artificiales que, si bien actúan contra los hongos, liberan gases tóxicos al ambiente, mientras los fungicidas naturales son ecológicos, no afectan los ecosistemas.
Las infecciones fúngicas más conocidas por enemigas de las plantas son el oidio, la lepra, el chancro, la roya, el botrytis y la lepra; y las plagas, la araña roja, la mosca blanca y los hongos en general, entre muchas otras.
Por eso, debemos apelar a nuestro ingenio para elaborar fungicidas caseros ecológicos que, al mismo tiempo que atacan a estas plagas y enfermedades, sean amables con el medio ambiente.
Contenido del artículo:
¿Cómo hacer fungicidas caseros?
Los fungicidas podemos prepararlos de diferentes formas, dependiendo del tipo de planta y de la plaga que la ataca. Dos ingredientes naturales muy apropiados en la elaboración de los fungicidas son la leche y el bicarbonato.
Receta con leche
La leche, gracias al ácido láctico, tiene propiedades fúngicas, y el bicarbonato es antiséptico y cicatrizante, de manera que aplicado en la planta tiende a curarla.
Este fungicida no tiene misterios, es fácil de elaborar, pues basta con mezclar ambos ingredientes en un envase, 40 gramos de bicarbonato en cada litro y agregarle agua.
Agitarlo durante unos minutos para mezclarlo, y finalmente verterlo en un spray con el que fumigaremos las plantas dos veces por semana.
Receta con bicarbonato
Otro fungicida más simple podemos hacerlo solo con dos cucharadas de bicarbonato por litro agua en un contenedor de spray.
Los fungicidas caseros para árboles frutales sirven para combatir los hongos depredadores de estas plantas; en este caso, usaremos vinagre de manzana, canela o bicarbonato.
Los hongos son organismos vivos que se alimentan de las plantas, secándolas, parasitándolas e infectándolas; son armas mortales, por lo que debemos atacarlos a tiempo con el veneno de los fungicidas.
Receta con canela
La canela la mezclaremos con un litro de agua y la dejaremos reposar seis horas, al cabo de las cuales procederemos a fumigar las partes afectadas, y, en caso de que los hongos afecten las raíces, aplicaremos la fórmula en el suelo alrededor de la planta.
Aplicación de fungicidas caseros
El bicarbonato lo mezclaremos con jabón y agua, el jabón para que se pegue a la parte afectada, y aplicaremos con un pulverizador en las hojas.
El vinagre lo mezclaremos con agua en proporciones iguales, añadiéndole jabón natural, e igualmente lo aplicaremos con un pulverizador en la planta.
La cola de caballo es una planta que sirve de potente represor de los hongos como el oidio o la roya.
Mezclando 1 kg de cola de caballo en 10 litros de agua obtendremos un remedio sin igual contra este mal, gracias al alto índice de sílice que contiene esta planta.
¿Cómo hacer fungicidas con plantas?
Afortunadamente, la naturaleza nos proporciona los medios necesarios para defenderla. Veamos algunos.
El ajo
Como los ingredientes mencionados hay otros que sirven para la elaboración de fungicidas caseros en el caso de otras enfermedades y plagas, por ejemplo, el ajo.
El ajo es importante para elaborar un tipo de repelente de insectos como la mosca blanca y la araña roja, toda vez que otros fungicidas no hacen mucho efecto en este caso.
La proporción a usar será de 5 gajos o cabezas de ajo por cada medio litro de agua, 90º de alcohol y jabón rallado, mezclar, agitar y echar en un contenedor de spray con el que procederemos a fumigar exhaustivamente las hojas, léase bien, todas las hojas, para matar a los insectos.
Es bueno advertir que este procedimiento no salvará las hojas ya afectadas, pero sí evitará que continúe el ataque de la plaga, que es lo importante.
La ruda
Entre otros remedios de la naturaleza, contamos con la ruda, una planta medicinal que sirve para controlar la antracnosis, enfermedad que ataca el tallo y las hojas de las plantas, produciéndoles lesiones oscuras. El extracto de ruda tiene una función antifúngica.
Cebollas
La cebolla, ¡cuándo no!, es un remedio sin igual en el caso de oidio, sobre todo en plantas jóvenes; así, mezclaremos 50 gr en cada litro de agua y aplicaremos cuando la planta esté en la etapa de crecimiento.
La papaya y el tomillo son dos plantas que podemos aprovechar en estos casos, porque actúan como fungicidas muy efectivos.
También podemos usar agua oxigenada como arma poderosa en la defensa de la naturaleza, mezclando 200 cc en 50 litros de agua y procediendo a regar exhaustivamente la planta. Finalmente, es bueno decir que los fungicidas caseros deben ir acompañados de otras medidas.
Se sabe que los hongos proliferan en aquellos sitios húmedos donde hay encharcamiento. Podemos detectarlos a simple vista como un polvillo blanco o grisáceo. El polvo se forma bajo las hojas y en la tierra.
Por eso debemos extremar las medidas de supervisión de las plantas y, al regar, impedir exceso de agua; en caso de que lo haya, secar de inmediato para no perjudicar la planta.
Lo mejor, entonces, es sembrar en terrenos de buen drenaje donde el agua corra y no se estanque. Y estar pendientes del desarrollo de nuestras plantas, liberándolas de malezas, para actuar de inmediato en caso de emergencia.
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