Contenido del artículo:
¿Qué es la energía reactiva?
La potencia en electrotecnia es determinada por tres componentes: la energía activa (P), la energía reactiva (Q) y la energía aparente (S). La fórmula a aplicar es: S2=P2+Q2.
Como no produce trabajo útil, la energía reactiva no es una energía consumida en la instalación eléctrica.
Se produce en aquellos circuitos donde no están correctamente compensados los elementos que lo componen.
En gran medida, las cargas industriales son las que producen energía reactiva, junto con la activa; esta energía adicional puede descompensar la instalación eléctrica causando graves daños a las instalaciones y equipos.
¿Cuál es la diferencia entre energía reactiva y energía activa?
La diferencia entre ellas radica en lo siguiente: la energía activa se transforma íntegramente en trabajo o en calor y se mide en kilovatios hora (kWh).
En cambio, la energía reactiva no se consume ni sirve para calentar y se mide en kilo voltio-amperio reactivo hora (kVArh).
Esto quiere decir que la energía activa es la que realiza el trabajo útil para iluminar, para generar algún tipo movimiento como energía mecánica, para estufas y calefacción, entre otros ejemplos.
Esos equipos absorben la energía reactiva, aumentando el transporte de energía por las redes eléctricas y por ende producen un mayor sobredimensionamiento de estas y una mayor inversión lo que acarrea mayores costes.
El asunto es que la energía reactiva no hay que producirla, pero sí debe ser transportada y se calcula que va y viene por la red cincuenta veces cada segundo, lo que ocasiona variaciones en la intensidad eléctrica de los circuitos con la consecuente sobrecarga en las líneas.
¿Por qué la energía reactiva ocasiona sobrecargo en la factura de la luz?
Lo primero que debemos recordar es que la medición la hace la compañía eléctrica con el contador, y la penalización se incluye cuando se superan ciertos valores.
La explicación de esa penalización está en el hecho de que ese proceso provoca que las compañías distribuidoras de energía deban realizar una mayor inversión en equipos de generación.
También, deben aumentar la capacidad de las líneas de distribución y de los transformadores para el transporte y transformación de esta energía reactiva.
Esos costes de más son los que nosotros pagamos en la factura. El mejor ejemplo que han consignado los especialistas es el de un vaso de cerveza en el cual la energía activa es la cerveza misma y la energía reactiva la espuma.
Así, la energía activa es la útil, por lo que si a usted le sirven más espuma que cerveza está pagando por menos cerveza útil o disfrutable. En el caso de la luz, el consumo de energía reactiva tiene un límite; si nos pasamos, debemos pagar por una energía que no utilizamos en trabajo efectivo.
¿Cómo se compensa?
En las empresas, la energía reactiva se puede compensar mediante la instalación de bancos de condensadores o filtros.
No solo con el objetivo de obviar los altos costes de luz, sino para darle una mayor potencia a los transformadores que generarán más kilovatios (kW).
De esta manera, se evita el sobrecalentamiento de los equipos eléctricos que también generan pérdidas. Asimismo, se pueden emplear equipos especialmente diseñados para neutralizar la energía reactiva de los sistemas eléctricos, especialmente una batería de condensador de reactiva.
Una batería de condensador suministra la energía reactiva necesaria sin pasar por la red eléctrica, de forma fácil y a un coste más reducido. También, se pueden usar otros mecanismos para el seguimiento del consumo de este tipo de energía. Así, se podrán hacer las correcciones necesarias.
Estas baterías pueden producir un ahorro de 30% a un coste módico y, además tienen larga vida útil y no necesitan mantenimiento; el ahorro estará en la factura porque podríamos llegar a eliminar por completo el coste de la energía reactiva y solo pagaremos por la energía útil consumida.
La compensación traerá como consecuencia la reducción de la factura de electricidad porque se eliminará la penalización por el consumo de energía; evitará el sobredimensionamiento de los componentes de la instalación eléctrica y por consecuencia se reducirá la caída de tensión en esta.
Sin embargo, este proceso debe ser puesto en práctica luego se una serie de análisis acerca de la conveniencia de hacerlo y la mejor manera de lograrlo, para evitar, también, otros daños a la empresa.
Desventajas de la energía reactiva
Por donde quiera que se vea, la energía reactiva presenta desventajas, porque genera costes adicionales en las facturas eléctricas, arroja pérdida de potencia en las instalaciones y caídas de tensión que dificultan el buen funcionamiento de los equipos.
Ventajas de su compensación
Por eso, compensar este tipo de energía ofrece ventajas, no solo técnicas sino económicas, porque aumenta la capacidad eléctrica de las instalaciones, mejora la tensión de la red y, en consecuencia, disminuye las pérdidas de energía, que tanto problemas causan en el circuito eléctrico.
- Baterías Virtuales: Funcionamiento, Pros y Contras - 12 julio, 2024
- Ideal Gas vs Real Gas: Differences and Concept - 23 febrero, 2022
- ¡Hola mundo! - 12 junio, 2019
