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¿Qué significa reciclar pilas?
Son de mucha utilidad en el hogar, pero como han sido fabricadas con metales extremadamente tóxicos, impactan negativamente al medioambiente cuando son inservibles y empiezan a descomponerse.
Aunque las de mejor durabilidad son las recargables, que equivalen a usar unas 300 pilas de tipo normal, también es justo decir que son las que más contaminan cuando se dañan, porque se fabrican a base de cadmio, un metal muy tóxico.
Las pilas tipo botón, las denominadas pilas alcalinas y de óxido de plata desprenden otros metales como mercurio, manganeso y níquel.
Igual ocurre con pilas cilíndricas, las usadas en la telefonía móvil, en videocámaras y otros equipos como computadoras tipo laptop o portátiles, tabletas, entre muchos otros aparatos, musicales, juguetes animados, electrónicos, en fin…
Hay pilas y baterías por doquier.
¿Por qué es importante reciclar pilas?
Absolutamente, todas las variedades de pilas son nocivas para el medioambiente. Contaminan el aire, los suelos y las aguas.
Residuos peligrosos
Pero la buena noticias es que todas, absolutamente todas admiten ser sometidas a un proceso de reciclaje.
El Blog Verde explica en cifras irrebatibles la capacidad recicladora de estos residuos, porque con una tonelada de pilas vencidas se pueden conseguir 600 kilogramos de metales pesados distribuidos así: 300 a 350 kgs de zinc, 20 kg de níquel y 2 kgs de mercurio.
Lo más relevante, sin embargo, es que estos metales contaminan 40 litros de agua durante unos 50 años. Sí señor.
Por eso hay que actuar con mayor responsabilidad y asegurarnos de que no sean destruidas en forma incorrecta.
Los niveles de reciclaje permitirán que en el caso de las recargables, estas pueden recuperar un 90% de la capacidad que tienen cuando son nuevas. Y en las pilas comunes, se recuperan la mitad de los materiales que las componen.
Normas de respeto ambiental
En los tratamientos de residuos de pilas y baterías, hay conductas que deben ser erradicadas. Veamos cuáles son las más peligrosas.
¡No tirarlas en cualquier sitio!
Jamás hay que tirarlas a un basurero o a cielo abierto.
Evita que esta chatarra vaya a parar a un vertedero. Tampoco las mezcles con la basura común. Su disposición es diferente y deben ser llevadas a centros especializados de recolección.
Es más, al oxidarse generan más daño porque se potencian creándose una sustancia llamada multimercurio, mucha más letal.
Ten en cuenta que no vale la pena ejecutar campañas para recolectar baterías inservibles en países o localidades donde no se cuenta con la tecnología requerida para reciclarlas.
Es preferible no hacerlo. Hay que enviarlas bajo seguridad absoluta a naciones de la Unión Europea o Canadá donde sí pueden reaprovechar sus metales.
No hay que quemar o enterrar las pilas o baterías
Nunca debemos incinerar o enterrar estos dispositivos de naturaleza química.
A diferenciar del reciclaje de vidrio o de la ropa, reciclar pilas o baterías es mucho más complejo y debe hacerse adecuadamente.
Afectan la salud de las personas y resto de seres vivos, porque sus metales igualmente se vierten sobre el aire, los suelos y llegan hasta las aguas que consumimos directa o indirectamente.
No cementar ni confinar en ningún caso
Tampoco deben aplicarse técnicas de confinamiento, cementación y vitrificación de estos residuos peligrosos.
Este remedio puede ser mucho peor, porque acumular grandes cantidades de esta chatarra no garantiza en modo alguno que puede evitarse el derramamiento o filtración de las sustancias tóxicas que albergan.
Todo este proceso requiere un elevado consumo de energía y los tratamientos posteriores para recobrar el resto de componentes exigen una elevada inversión económica no siempre recuperable.
Por eso es que las pilas también se destruyen mediante incineración (desprendiéndose polvo de cadmio, mercurio y zinc) o se disponen en un vertedero controlado (relleno).
Depositarlas en el vertedero correcto
En cuando a los vertederos, es imprescindible asegurarse de la no ocurrencia de filtraciones indeseables tanto al suelo como a las aguas, mediante el uso de láminas impermeabilizantes, técnicas especiales donde se construyen lechos de cal y sistemas de recolección de filtraciones tóxicas.
Daños a la salud
La contaminación de pilas y baterías puede ser de tipo química, por lo que es peligrosa para la salud.
Revisemos ahora los daños a la salud que ocasiona la liberación incontrolada de estos metales que contienen las pilas y baterías.
Por eso es imprescindible divulgar y atender el problema que generan estos residuos peligrosos.
Mercurio
Afecta el sistema nervioso central, el respiratorio y el cardiovascular. Ocasiona ceguera e inutiliza los riñones.
Cadmio
Genera cáncer y también daña los sistemas respiratorio, nervioso central, reproductivo y cardiovascular.
Plomo
Daña riñones, afecta el cerebro y tiene efectos negativos sobre el sistema reproductivo, el nervioso central y ocasiona desórdenes sanguíneos importantes que deben controlarse de por vida.
Níquel
Estudios diversos le atribuyen ser causante de cáncer, afecciones importantes de origen cardiopulmonar, alergias severas, ceguera, daños en hígado y riñones.
Litio
Ocasiona fallas respiratorias con depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor severo, porque se desencadenan cuadros de apatía, confusión mental, pérdida de la visión, espasmos musculares severos y en mayores concentraciones, ocasiona un estado de coma hasta llegar a la muerte.
Manganeso
Sii la exposición de la persona a este metal es prolongada, entonces pueden generase cuadros de perturbaciones mentales, emocionales, problemas de ralentización motora, con movimientos descoordinados, donde la persona se “atonta”.
Esa condición se denomina manganismo.
¿Cómo reciclamos las pilas y/o baterías?
Más aún, si se usan pilas recargables al menos estaremos ahorrando una gran cantidad de energía que se usa en producir muchas pilas convencionales de corta duración que no hacen sino contribuir al agotamiento de nuestros recursos naturales.
Especialistas del área advierten que la inversión económica dispuesta para reciclaje de estos dispositivos y la recuperación de los metales que contiene, no siempre es recuperable y por eso se aplican medidas extremas de incineración o disposición controlada en vertederos que siempre terminan enfermando el medioambiente.
En muchos países ya existen legislaciones donde se obliga al fabricante a asumir los procesos de recolección, tratamiento y reciclaje de los residuos de las pilas y baterías que han fabricado.
Pero también los gobiernos son corresponsables de la protección del Ambiente como un todo y deben facilitar la multiplicación de lugares seguros de recogida de estos residuos peligrosos.
Pero veamos ahora específicamente cómo se produce ese proceso de reciclaje.
Las plantas de tratamiento y reciclaje
Lo primero que se hace en una planta de tratamiento y reciclaje, es separar el mercurio que contienen las pilas y baterías, que son trituradas (salvo aquellas de botón) y metidas en un destilador que se calienta a altas temperaturas.
Sobreviene después la condensación, proceso que permite entonces obtener un mercurio de una pureza altísima, superior al 96%, porque este metal no se degrada.
Para el caso de las pilas convencionales o normales, de corta duración, se consigue extraer escoria férrica y no férrica, plástico y polvo de pila, que se someterá a otros procesos para recuperar metales.
Las baterías de plomo
Asimismo, las baterías de plomo usadas en los automóviles también pueden reciclarse, por lo que muchos minoristas en el mundo las recuperan cuando sus clientes compran otra a cambio de una suma de dinero simbólica en verdad.
En las recuperadoras, estas baterías son aplastadas a dimensiones pequeñas, recuperado el material plástico para usarse en otros productos, plástico que se procesa en plantas distintas.
El plomo recuperado será reusado nuevamente para la producción en serie de baterías vírgenes, así como a otras industrias que le aprovechan.
Esas baterías nuevas que salen al mercado, por lo general contienen plomo recuperado en hasta un 68% o más.
Exactamente lo mismo ocurre con el reciclaje de baterías de plomo no automotrices usadas en industrias diversas. Sufren el mismo proceso de reciclaje y renacen de entre sus propias cenizas.
¿Cuáles son las ventajas de reciclar pilas?
Las ventajas, más notables son las siguientes:
Menor contaminación
Se evita generar un impacto ambiental severo, con la contaminación de aire, suelos y aguas por la indebida eliminación de estos residuos tóxicos tan peligrosos para toda forma de vida.
Menor riesgo de empeorar la salud
Se reducen los riesgos de afectación de la salud de las personas, cuando son debidamente confinadas en vertederos especiales, sobre todo en países donde no se cuenta con la tecnología para extraer los metales en plantas de tratamiento y reciclaje muy especializadas.
Se crean nuevas formas de «empleo verde»
Generan nuevas fuentes de empleo y bienestar local en las poblaciones donde funcionan plantas de tratamiento y reciclaje de pilas y baterías y otros residuos de origen electrónico muy peligrosos.
Son reutilizables en otros procesos industriales
Los metales recuperados a través del reciclaje de pilas y baterías, se usan nuevamente en la producción de otros procesos de tipo industrial, reduciéndose de esta manera el impacto que genera la actividad minera destinada a extraerlos de la corteza terrestre, altamente perjudicial para los ecosistemas donde exista esta actividad de alto riesgo.
Menor consumo de energía
En la producción de nuevas pilas convencionales, se consume muchísima energía, mucho más de la que ellas producen, porque como se sabe, duran muy poco.
La adopción de mecanismos que las sustituyan por un mayor uso de pilas y baterías recargables, es otra contribución al medioambiente notable.
Y que se reciclen debidamente, extrayéndoles sus componentes tóxicos, al menos servirá para que se generen nuevas cadenas productivas.
Se evita de forma indirecta la tala de árboles
Con ayuda de pilas o baterías recicladas, por ejemplo se contribuye indirectamente a evitar la tala o muerte de árboles, porque si estas se aprovechan en su totalidad a través de tratamientos de reciclaje pueden ayudar a la fabricación de papel o carbón.
Al año 2015, España producía anualmente unos 500 millones de pilas y baterías de todo tipo, pero la cifra de recuperación de materiales a través de procesos de reciclaje apenas alcanzaba ene se entonces un 18%.
Por eso se han intensificado campañas de concientización en toda la Unión Europea, destinadas a mejorar estas cifras nada alentadoras para la salud del planeta.
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