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¿Qué significa reciclar juguetes?
El juguete, sin duda alguna, es una pieza fundamental para estimular la creatividad, la imaginación y la alegría en los niños, también, para potenciar su desarrollo cognitivo y mejorar su motricidad, pero cuando pasan los años y los intereses cambian, este objeto tan codiciado por los chiquitines suele quedar arrumado en un cajón, entre recuerdos polvorientos y sonrisas olvidadas.
Por lo general, se dañan o son donados cuando, en algún día de limpieza profunda en el hogar, nuestra madre decide hacer feliz a otros niños.
Sin embargo, vale la pena revisar primero, con ayuda de un inventario sincero, cuáles pueden donarse y qué peluches, tacos armables, carros, muñecas, juguetes electrónicos, entre otras piezas, pueden ser llevadas a centros de reciclaje.
Del mismo modo, aprovechar este proceso de reciclaje de juguetes se convierte igualmente en una oportunidad de oro para explicar en casa a nuestros hijos el alcance de las llamadas 4R del reciclaje: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar, toda vez que resulta absolutamente indispensable sembrarles respeto por el ambiente.
Estos tips resumen la tarea que debemos lograr:
- Reducir la producción de basura en el hogar.
- Reutilizar envases plásticos.
- Reciclar materiales como plásticos, vidrios y metales, entre otros que volverán a convertirse en materia prima para las industrias.
- Recuperar materiales que pueden ser reacondicionados o transformados en otros de utilidad práctica en el hogar, reduciéndose de esta forma el consumo.
- Promover mayor concienciación en los niños, desde sus primeros años de vida, dirigida a fomentar la cultura del reciclaje y del respeto y cuidado del medioambiente.
¿Por qué es importante reciclar juguetes?
Aunque no se crea, la correcta disposición de juguetes inservibles es una valiosa contribución al medioambiente, porque muchos de ellos suelen fabricarse con materiales muy contaminantes.
Juguetes electrónicos
Hay que explicar muy bien a nuestros hijos, que los más contaminantes son justamente los llamados juguetes electrónicos, donde pueden hallarse metales como el mercurio o el cadmio y el plomo capaces de afectar los suelos y reducir la calidad del aire.
Estos no pueden ser lanzados a la basura, sino llevados a centros especializados de recuperación o reciclaje de algunos de sus componentes.
Baterías y pilas vencidas
Vale acotar que igualmente todas las pilas o baterías inservibles que una vez sirvieron para activar las funciones de los juguetes, jamás pueden botarse en forma irresponsable en los pipotes de basura convencionales.
Hay que llevarlas a los lugares dispuestos para su destrucción controlada, porque también son altamente contaminantes los químicos que desprenden cuando explotan o están vencidas.
Inculcar valores y responsabilidad ambiental
Una forma educativa de enseñar a los niños conductas respetuosas para con el medioambiente, es justamente involucrarles en la donación de juguetes que ya no utilicen, haciéndoles razonar acerca de la importancia de reutilizar estos objetos antes que tirarlos.
Ellos también serán capaces de comprender muy bien, que determinados componentes del plástico usado en la fabricación de su ex juguete favorito, pueden impactar por muchísimo tiempo los ecosistemas, ya que se desprenden sustancias de origen químico en los vertederos a donde van a parar tras ser desechados.
De esta forma, nuestros hijos comenzarán a tomar decisiones importantes de corresponsabilidad ambiental.
Dile que escoja a quién donar sus viejos juguetes y ofrécele una variedad de opciones entre las organizaciones dedicadas, por ejemplo, a atender a otros niños en situación de riesgo.
O acompáñale a donar sus juguetes a niños con cáncer que luchan contra esta terrible enfermedad, desde una cama hospitalaria.
Esto, sin duda alguna, le convertirá en un buen ciudadano con sentimientos de solidaridad y consideración hacia las otras personas.
¿Cómo reciclamos juguetes?
Existen varias formas de reciclar juguetes rotos o dañados. Hablemos primero de la más divertida: transformar piezas en nuevos objetos decorativos que ponen a prueba nuestra creatividad, la inventiva y la unión familiar.
Envases con piezas de lego
Suena bien… Esta estructura puede tapar un matero ordinario y darle mucho color a un rincón de la casa.
Otro contenedor divertido para guardar utensilios de cocina (cubiertos, cucharones plásticos y batidores manuales, entre otras piezas) podemos fabricarlo con una menor cantidad de piezas de legos.
¡Quedarán geniales!
hasta puedes fabricar un portalápices que se verá muy bien encima del escritorio familiar.
Materos ecológicos
Igualmente, se pueden confeccionar materos con piezas plásticas grandes que reproducen animales prehistóricos.
Con un poco de imaginación podemos abrir un hueco en el centro de un gran dinosaurio, rellenarle con tierra y sembrar un resistente jade miniatura.
Adornos a lo Picasso
No es difícil tampoco confeccionar un cuadro al cual le pegaremos diversos juguetes que integraban ese zoológico prehistórico o tropical de muchas piezas pequeñas, pero muy divertidas para recrear un nuevo bosque multicolor.
Sobre un fondo blanco, resaltarán pero hay que tener mucho cuidado y fijarles con ayuda de una pega resistente, de muy buena adherencia.
¡Conviértete en un artista plástico experto! Deja volar tu imaginación con ayuda de esos muñequitos plásticos que tan risa sacaron a tus hijos.
Rines decorativos
Del mismo modo, reutiliza con fines decorativos los cauchos y rines de esa bicicleta infantil que tanto usaron los niños. Quedan espectaculares si se cuelgan en la pared de un cuarto masculino.
El resto de los materiales metálicos deben ser colocados en un contenedor para reciclar metales, porque se funden y se convierten en nueva materia prima.
Materos deportivos
Y si tienes pelotas o balones de básquet o futbol viejos, se verán sensacionales si los convertimos en materos colgantes. Acude a una buena ferretería y compra la cadena y sus ganchos.
Sujétales con mucho cuidado en los extremos superiores de un balón abierto justamente a la mitad, rellena con tierra abonada y siembra un helecho pequeño o bebé. Colócale en un lugar ventilado, donde la planta reciba buena luz solar.
Los peluches
Nunca olvides donar aquellos peluches que se encuentren en buen estado, cuidando que estén limpios, libres de polvo y con sus extremidades completas. Pero si esta ya no es una opción entonces llévales al contenedor de reciclaje de ropa, porque seguramente sus fibras serán aprovechadas nuevamente.
Otra tarea importante a realizar en casa, es la de hacer un inventario de cuántas cajas de juguetes podemos aglutinar para echarlas al contenedor de cartón dispuesto en nuestro barrio o urbanización, para recoger los artículos reciclables. Son muchas las cajas que seguramente guardas en un closet.
No las dejes allí. También son muy útiles para producir nuevos productos de papel o cartón, en las plantas acondicionadas para tal fin.
Los cuentos infantiles también pueden ser entregados a alguna biblioteca escolar u organización de cuentacuentos.
¿Cuáles son las ventajas de reciclar juguetes?
Mejora la solidaridad y la conciencia sobre el medioambiente
En el caso de los juguetes, la mayor ventaja del reciclaje y donativo de estos objetos tan queridos por nuestros hijos, es que se convierten en vehículos perfectos de modelaje de valores tan importantes como la solidaridad, respeto, unión, cuidado del medioambiente y fomento el trabajo en equipo.
Reduce la contaminación que provocan
Otra ventaja importante es que con la correcta eliminación de estos juguetes olvidados en casa, bien sea a través del reciclaje o la donación, se disminuye el impacto contaminante de estos objetos hechos con plásticos de distinta composición molecular que, de ser arrojados en forma indebida al medioambiente, acarrean daños a los ecosistemas, porque provienen de un combustible fósil altamente contaminante como lo es el petróleo.
Reducimos la producción de basura y la emisión de gases de efecto invernadero
Al donar un juguete en buen estado, contribuimos a reducir no solo su consumo exagerado, sino también reducimos la producción de basura que tanto agobia a los ecosistemas planetarios y contamina con la emisión de gases de efecto invernadero como el metano y dióxido de carbono, que se desprenden en los vertederos municipales de muchos lugares del planeta.
Ahorramos energía fósil no renovable para la fabricación de nuevos juguetes
Si en vez de comprar, donamos juguetes usados, ahorraremos energía fósil no renovable consumida en la producción de los mismos, así como también electricidad, lo que nos convierte en protectores del medioambiente y ayudantes en la lucha contra el cambio climático y sus nefastas consecuencias sobre los seres vivos que convivimos en la Tierra.
Incrementamos los empleos en el sector reciclaje
Igualmente, contribuiremos a sostener muchas fuentes de empleo generadas por este sistema de reciclaje “verde” que dinamiza las economías de las poblaciones donde funcionan estas plantas recuperadoras, toda una bendición en medio de la crisis creciente que ha desencadenado el cambio climático y el calentamiento global.
Se pueden vender y obtener nuevos ahorros
Otra ventaja que pudiera lograrse con el reciclaje de juguetes y otros objetos inservibles, es que pueden sacarnos de apuro en caso de una crisis económica familiar si los vendemos directamente en las plantas de reciclaje de nuestra localidad.
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