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¿Qué significa reciclar aceite?
Puede ocasionar una severa contaminación de los suelos y del agua.
Por eso resulta imprescindible conocer y difundir la necesidad de reciclar este aceite de origen vegetal que parece inofensivo, para más bien transformarlo en nuevos productos de origen artesanal como los jabones, velas, cremas o detergentes, entre muchos otros productos que detallaremos más adelante.
Lo que resulta innegable es que el ser humano es el gran responsable de la contaminación producida por estos aceites que tanto valoramos en la cocina de nuestro hogar.
¿Por qué es importante reciclar aceite?
Si incurres en la mala praxis de echar por el fregadero el aceite vegetal usado en la cocina, debes saber que es un grave error porque serás responsable de un impacto ambiental negativo.
Este residuo resbaloso llega hasta las aguas de un río, puede formar una película superficial que mina el oxígeno que necesitan los seres vivos de ese ecosistema.
Diversas organizaciones ecologistas han denunciado reiteradamente que por lo menos dos tercios de ese aceite residual van a parar a los sistemas de drenaje de las ciudades, generando gastos adicionales en la reparación bombas de aguas servidas o tuberías colapsadas.
Así que estas son razones y consecuencias más que poderosas para comprender que es absolutamente indispensable, muy importante reciclar el aceite de uso doméstico de origen vegetal.
Aceites no biodegradables
Igual ocurre con el usado en la industria automotriz y en maquinarias industriales, capaces de quintuplicar el daño ambiental.
Dos litros de aceite quemado de motor pueden contaminar una piscina olímpica o dañar los suelos de dos campos de fútbol enteros, por causa del devastador efecto de los metales involucrados en la mezcla, resultante de la quema de un combustible fósil no renovable como el petróleo, de altísima toxicidad.
Estos aceites no son biodegradables, no se autodestruyen. Pueden permanecer 15 años o más, dañando los suelos, contaminando las aguas y ecosistemas completos.
Gracias a la tecnología, cada vez hay mejores prácticas ecológicas que conceden al aceite usado la posibilidad de reciclarle para que se transforme en productos amigables con el ambiente , porque una de sus mejores aplicaciones ocurre con el denominado biodiésel, un combustible verde capaz de mover automóviles sin intervención de aquella materia prima tan contaminante que proviene de los fósiles, considerados un recurso natural no renovable que como sabemos.
Hay fórmulas para producir biodiésel casero pero es preferible dejar esta tarea en manos de las industrias recicladoras.
España tiene varias con excelentes estándares de calidad en ciudades como Barcelona (Montmeló) Madrid (Henares) en Álava (Bionor) o Mérida, en Badajoz (Rograsa).
Existen otras aplicaciones del aceite reciclado, que tienen usos en industrias como la cosmética, la farmacéutica y muchas otras, con una gama de productos que van desde cremas, ceras, barnices, jabones, pinturas, velas, lubricantes y hasta abonos para la agricultura.
¿Cómo reciclamos aceite?
Puntos Limpios y Contenedores
Estos lugares son los llamados Puntos Limpios de recogida de esta sustancia de origen vegetal, que no son tantos como se deberían tener en toda España, e incluso en Europa.
También existen contenedores urbanos que, aunque por lo general están ubicados aun en pocos sitios de las grandes ciudades españolas, pero son más asequibles porque se instalan en zonas comerciales.
Dependiendo de la municipalidad, a veces se identifican los potes con tonos naranja o rojo y son capaces de recoger unas 49 toneladas al año.
Los consumidores entregan el producto usado dentro de potes plásticos muy bien cerrados, o reciben de parte de los recicladores envases distintivos con la idea de igualar la mercancía que será transformada.
Pueden llevarse restos de aceite proveniente de frituras diversas, tras cocinarse pollo, cerdo o carne. O de los enlatados que traen aceite.
Con los aceites automotrices o industriales, no ocurre igual. Los fabricantes, según la legislación vigente en España, deberán hacerse responsables de la recogida y posterior reciclaje de estos combustibles quemados, que requieren procesos más complejos para su renacimiento.
Un solo litro genera la misma cantidad de biodiésel, así que conviene intentar reciclarle, a cambio de una mejor calidad del aire que respiramos.
España, a través de una entidad llamada Sigaus, ha fortalecido una experiencia de gestión de compartida para la recogida, tratamiento y transformación de aceites de origen automotriz o industrial, con ayuda de unos 160 afiliados regados por todo el territorio que trabajan en el reciclaje de estos residuos altamente peligrosos provenientes del petróleo.
Sigaus aplica tres grandes procesos que permiten la transformación de estas sustancias en nuevos productos de alta calidad. Estos son:
Regeneración
En esta fase se extrae el agua, metales pesados, aditivos y otros sedimentos de este residuo, con el objeto de producir una base lubricante que será transformada en un aceite lubricante de alta calidad.
Valorización energética
Con apoyo en diversos físicoquímicos, se revaloriza el aceite usado a fin de que pueda emplearse de nuevo como combustible en plantas industriales cementeras, centrales térmicas, empresas productoras de papel, eliminándose el uso de combustibles convencionales como el fuel óleo.
Reciclado
También en proceso de reciclaje puede obtener un betún asfáltico que bien puede aplicarse en carreteras y avenidas.
O también sirve para producir telas impermeabilizantes, pinturas, barnices especiales, tintas y fertilizantes, entre otras variadas aplicaciones.
Resultados
Y se han producido más de 760.000 toneladas de nuevos lubricantes, cifra nada despreciable, a partir de 1.146.598 toneladas regeneradas.
Existen otras organizaciones que se han convertido en eficaces recolectores de aceite usado para apoyar causas benéficas en España.
Resaltan las experiencias de la Universidad de Granada, que entrega aceites a organizaciones católicas que atienden a familias en situación de pobreza (Avalón) y enfermos de Sida (Madre Coraje).
En Zaragoza, hay un entramado de organización vecinal responsable con el ambiente que recolecta el aceite usado también con fines benéficos.
Todo es cuestión de asumir iniciativas sencillas que faciliten el reciclaje de este residuo tan contaminante como beneficioso, siempre que le ingresemos con responsabilidad al mundo del reciclaje.
¿Y en casa cómo lo podemos reciclar aceite?
Chimeneas o barbacoas
Volver a utilizar un aceite que ya ha sido cocinado no es recomendable.
¿Sabías que el aceite vegetal puede ser una excelente forma de encender un fuego?
Si lo guardas para el invierno, o para cuando quieras hacer una barbacoa, te puede ser MUY útil.
Compost y huerto urbano
¿Tienes un huerto urbano o ecológico? ¿Una compostera?
El aceite vegetal puede ser un buen añadido para tu compost y posterior abono de tus plantas, huerto o árboles.
¿Cuáles son las ventajas de reciclar aceite?
Ahorro energético
Nada mejor que poner un ejemplo del rendimiento del reciclado de aceites usados del tipo lubricantes, para ilustrar el maravilloso resultado energético que puede obtenerse con la transformación de aceites automotrices o industriales usados.
Esta organización de asociados ha logrado además el récord de producir 5.708 GWh de energía eléctrica en la gestión de unos 120 asociados.
Otra forma de promover el ahorro energético se produce igualmente con el aprovechamiento de las bondades de reciclaje de los aceites vegetales de uso doméstico, porque una variada gama de productos que atienden las necesidades de industrias como la farmacéutica, cosmética, de productos de limpieza, pinturas y barnices, son producidos con menos consumo energético que cuando se emplea energía proveniente de combustibles fósiles.
Ahorro en materias primas
Esta actividad trae consigo igualmente la optimización de los costes de producción de nuevos productos a partir de los procesos de reciclaje, gracias a la reconversión de estos en nuevas materias primas de muy alta calidad y variada gama.
Disminución del efecto gas invernadero
Se reducen efectivamente las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) que tanto daño ocasionan a la atmósfera terrestre, con ayuda de estas iniciativas cada vez más pro activas en defensa del medioambiente.
Gracias a la creación de redes de aliados empresariales o vecinales, la recolección, tratamiento y reciclado responsable de los aceites de origen vegetal y lubricantes, de alto impacto en los ecosistemas terrestres, acuáticos y marinos del planeta.
Generación de nuevas fuentes de empleo
La transformación de aceites usados trae también progreso y bienestar social a las poblaciones donde operan estas plantas especializadas, dinamizando las economías locales, porque los implicados en esta actividad obtienen muy buenos márgenes de ganancia y una reducción importante en los costes de materias primas.
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