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¿Qué es el equilibrio hídrico?
Desde el punto de vista conceptual, el balance hídrico se entiende como la relación existente entre todos los recursos hídricos que entran a un sistema y la totalidad de los que salen en un lapso determinado.
El agua, dentro y fuera del organismo, es fundamental para el sostenimiento de la vida. En el cuerpo, dentro de nuestro organismo, desempeña muchas funciones vitales.
Una de las más importantes está asociada a la función de transportar todo los nutrientes hasta los tejidos y también los desechos metabólicos hacia los órganos responsables de la labor depuradora.
Otra función primordial consiste en ayudar a mantener regulada la temperatura corporal, gracias a la evaporación manifestada a través de la transpiración o sudor que brota de la piel.
No en vano, el agua tiene un elevado porcentaje en la totalidad del peso corporal. El equilibrio hídrico se alcanza gracias a un balance muy dinámico entre la sumatoria del líquido ingerido y la producción endógena e interna de agua de nuestro organismo, por intermedio de mecanismos como la sudoración, la eliminación de heces y orina y la respiración.
¿Cómo se da el equilibrio hídrico?
Cuando se tiene un nivel moderado de actividad, a temperaturas aceptables, permanece estable el contenido de agua, pero las pérdidas se producen a través de la orina, la transpiración y las heces.
¿Cuál es el balance hídrico del ser humano?
Siempre que la ingesta de agua en el ser humano se encuentre dentro de los niveles normales, la variación no debe ser mayor del 1%.
El balance hídrico ayuda a mantener en niveles constantes el contenido de agua entre los llamados ingresos, derivados de actos como beber agua, otros líquidos, y agua contenida en los alimentos, así como también aquellas pérdidas, que operan en los pulmones, la sudoración, la orina y heces.
Cualquier desbalance que se produzca por el aumento o la pérdida del agua que se ingiere, siempre será compensada con ayuda de mecanismos compensatorios.
Algunas de ellas, cuando están fuera de control, pueden generar estados patológicos. Pero siempre se producen mecanismos de compensación cuando ocurre cualquier tipo de desbalance en el nivel de agua del cuerpo, bien sea por aumento o disminución de su consumo.
La sed fisiológica es uno de estos mecanismos.También lo es la denominada regulación de la excreción renal.
¿Qué es un regulador hídrico?
El metabolismo corporal es un regulador hídrico perfecto, porque cualquier desbalance por aumento de las pérdidas y disminuciones de la ingesta de agua, desencadenan mecanismos compensatorios constituidos por la sed fisiológica, por esa necesidad insostenible de beber agua y la regulación de la excreción renal.
¿Qué ocurre cuando falla el balance hídrico?
Siempre que el organismo pierde mucho líquido suceden diversos procesos negativos que impactan la salud.
Por ejemplo, cuando la pérdida de agua es superior al 10% del peso corporal de la persona, los músculos tienden a ponerse espásticos, la piel se reseca y arruga, la micción puede tornarse muy dolorosa.
En casos más graves, la vista se nubla por completo y se presentan delirios. Por eso es sumamente importante mantener el organismo siempre bien hidratado. En caso de diarreas crónicas, vómitos, hemorragias y sudoraciones excesivas, este equilibrio se verá alterado.
¿Cómo se mantiene el equilibrio de líquidos en el organismo?
La forma más normal y sencilla de mantener el equilibrio hídrico en el organismo es una sola: consumir agua potable a diario en cantidades similares a las que egresen.
Es decir, hay que hidratarse de forma constante, más aun si vivimos en regiones de clima templado. Se habla de que unos 2 litros diarios de ingesta serán más que suficientes.
¿Cómo adquiere tu cuerpo el agua necesaria para desarrollar sus funciones?
Aunque parezca increíble, raro, el organismo consigue a través de procesos metabólicos alrededor de 1.500-3500 mililitros de agua cada 24 horas. ¿Pero cómo ocurre esto? Veamos.
Agua metabólica
Es una función que nuestro cuerpo desarrolla a cabalidad, gracias a distintas reacciones de naturaleza metabólica durante los procesos de respiración celular, con una producción de alrededor 300-400 mililitros de agua diariamente.
Consumo de agua y alimentos
Otra forma expedita de obtener el agua que el organismo necesita, sucede mediante el acto de beber agua potable diariamente y a través de la ingesta de alimentos que también poseen agua.
Lo ideal, en todo caso, es tomar unos 2 litros de agua al día para mantener el indispensable equilibrio hídrico del cuerpo y, por ende, el funcionamiento cabal de todos los órganos.
¿Cuánto tiempo se tarda en digerir el agua?
Aunque cada organismo es distinto, y las personas suelen asimilar el agua y los alimentos de forma diferenciada, es indispensable mantener el organismo hidratado con una ingesta de agua cada 24 horas, de unos 2 litros.
A fin de evitar alteraciones entre el balance de agua que requiere el ser humano para mantenerse saludable.
Importa mucho conocer entonces que para que haya balance hídrico las pérdidas deben ser igual a las ingestas, para que el balance sea cero. El agua metabólica y la cantidad de agua que recibimos vía alimentos, no son suficientes para compensar las necesidades del organismo.
¿Qué parte del cuerpo contiene más agua?
Los tejidos con mayor contenido de agua son la sangre y la llamada parénquima renal, teniendo un acumulado cercano al 83% del total. El tejido óseo, en contraste, tiene mucho menos, cerca de un 22%, el adiposo otro 10% y tejidos magros alrededor de un 70.
Esto significa que en promedio, el ingreso de líquido al organismo de un ser humano varía los 2.100 a 2.900 mililitros, pero diariamente se perderán unos 2.400 mililitros a causa de procesos como la sudoración y la eliminación de heces y orina.
En personas obesas, el contenido total de agua en el organismo desciende, es mucho menor.
¿Qué es un balance hídrico positivo y negativo?
Existen varios tipos de balance hídrico. Veamos.
- Normal: se produce cuando el ingreso de agua es igual a la que sale del organismo.
- Positivo: ocurre siempre que el ingreso de agua al cuerpo sea eliminado.
- Negativo: cuando sucede al revés. El egreso es mayor al ingreso de agua al cuerpo.
Esto significa que existen alteraciones del equilibrio hídrico. Tenemos entonces que puede aparecer un desequilibrio hídrico por defecto: deshidratación y otro por exceso, que es la hiperhidratación.
Tipos de deshidratación
En este caso, sucede una deshidratación de tipo hipertónica, donde la persona perderá más agua que sales. Se pierde la llamada agua pura, produciendo hiperelectrolitemia, desecación y depleción hídrica.
Pero también existe una deshidratación hipotónica, donde sucede lo contrario y se pierden más sales.
Acá pueden producirse deshidratación a nivel celular, acompañada de depleción de sal y un síndrome de hiperhidratación celular caracterizado por una gran pérdida de electrolitos.
Ocurre en casos de diarreas y vómitos en forma crónica, así como fístulas intestinales que generan una gran descompensación orgánica. La isotónica o deshidratación global, ocurre cuando se pierden ambas, sales y agua, sin que se pierda la llamada concentración relativa.
También le puede ocurrir a personas que beben mucha agua en sitios de clima muy templado, con olas de calor intensas, por lo que al sudar mucho e ingerir agua en grandes cantidades sobreviene este síndrome, donde se pierde agua y sales.
Igual le ocurre a las personas que padecen alguna enfermedad viral con abundante diarrea y vómitos. La debilidad asociada a la pérdida de agua y electrolitos del organismo es total.
¿Qué sales se pierden cuando una persona sufre de deshidratación?
Cuando sobreviene la deshidratación es porque el balance hídrico del cuerpo es negativo, es decir, se pierde más agua de la que se consume.
Esto también altera el balance de sales minerales del organismo, especialmente sodio y potasio. Cuando la deshidratación es severa o moderada, se produce la pérdida de concentraciones electrolíticas integrados por:
Sodio
Es el principal Ion extracelular que se consigue en concentraciones siguientes: 136 mEq/L de plasma. Se consigue eliminar por vía renal y cuando suceden cambios en la osmolaridad.
Su desequilibrio ocasiona los síndromes de hiponatremia y de hipernatremia. En la hiponatremia, la concentración es igual o menor a 135 mEq/L .
Pero hay un tipo de hiponatremia muy grave, la hipervolémica, donde se presenta insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática y síndrome nefrótico cuando el sodio tiene una concentración en la orina menos que 20 mmol/L.
El cuadro clínico se complica y aparecen síntomas como:
- Vómitos.
- Diarrea.
- Cefalea.
- Calambres.
- Convulsiones.
- Anorexia.
- Edema pulmonar.
- Paro respiratorio.
- Infarto.
- Muerte cerebral.
Pero también se pierden otros electrolitos como potasio, magnesio y calcio.
¿Qué produce la falta de electrolitos en el cuerpo?
Son muchas las causas asociadas a una falla de electrolitos en el organismo. Estos son químicos que regulan funciones muy importantes. Cuando se disuelven en agua, se separan en iones con carga positiva y de carga negativa.
Por ejemplo, cuando se encuentran en concentraciones normales, entonces funciones como las reacciones nerviosas del cuerò y la función muscular operan también con normalidad.
El calcio, el magnesio, el potasio y el sodio son electrolitos. Cuando se altera esa concentración normal de alguno de ellos, detrás se consiguen causas tales como:
- Pérdida de fluidos corporales de forma prolongada, por culpa de vómitos, diarrea, sudoración excesiva y falta de vitaminas en los alimentos.
- Mala absorción de electrolitos a consecuencia de transtornos estomacales severos y por ingesta de algunos medicamentos.
- Trastornos de origen hormonal y endocrinos.
- Enfermedad renal.
- Dieta inadecuada, muy pobre en nutrientes.
- Tratamientos con quimioterapia para combatir el cáncer.
Se producen entonces diversos síntomas:
Alteraciones en los niveles de concentración en sangre de calcio, potasio, magnesio y sodio, pueden generar:
- Espasmos musculares.
- Convulsiones.
- Debilidad general.
- Pérdida de densidad ósea y daño en los huesos.
- Latidos irregulares del corazón.
- Confusión mental y dolencias en el sistema nervioso a corto y mediano plazo.
- Fatiga, entumecimiento de las extremidades.
- Cambios en la presión arterial.
¿Cómo se clasifican los líquidos en el cuerpo?
Durante el desarrollo de diversas actividades diarias, en condiciones normales y bajo un clima templado, una persona que realice ejercicios normales o moderados, puede perder alrededor de 1.500 a 3.000 milímetros de agua, que se eliminan de tres formas principales:
Orina y heces
Por este mecanismo, el organismo elimina alrededor de 700-2300 mililitros de agua a diario.
Piel
Por intermedio de la sudoración de la piel, se pierden entre 400-600 mililitros cuando las capas más profundas de la piel, mucho más hidratadas, se mueven hacia las más superficiales para defenderlas de la resequedad.
Pulmones
Durante la respiración, también se eliminan cerca de 400-600 mililitros diarios de agua.
¿Qué porcentaje de agua debe tener una mujer?
El porcentaje de agua en el organismo depende de variables como el sexo, la edad y la cantidad de tejido adiposo acumulada.
En el caso de las mujeres adultas, ese porcentaje alcanza alrededor de un 55%, mientras que al alcanzar la edad madura y la vejez, entonces ese total acumulado tiende a descender .
Los niños y los hombres suelen tener más agua en su organismo. Un hombre adulto alcanza alrededor de un 60% de agua en su organismo.
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