Los arrecifes de coral son estructuras subacuáticas o elevaciones en el fondo marino que se forman gracias al carbonato de calcio de los exoesqueletos que secretan los pólipos coralinos del orden Scleractinia.
Se integran en colonias de corales pétreos, animales marinos conformados por pólipos que son capaces de vivir en aguas marinas de pocos nutrientes.
Son, por tanto, estructuras biológicas localizadas a baja profundidad en mares tropicales, a temperaturas que oscilan entre los 20-30ºC, con una buena incidencia de rayos solares.
Esto quiere decir que se desarrollan en aguas claras, cálidas y poco profundas. Los corales se conocen desde tiempos antiguos. Su nombre proviene del griego korallion, cuyo significado es “adorno del mar”.
Se integran en ellos millones de microorganismos denominados pólipos, pertenecientes a la clase Anthozoa, grupo emparentado con las anémonas tampoco pasa por el estado de medusa.
Tienen una anatomía bastante sencilla, conformada por una simetría radial y un cuerpo que posee una cavidad con diversas tabiquerías y dos capas de tejido. Además, tienen una sola abertura por donde comen y excretan a la vez.
Un dato curioso es que la boca está rodeada de una serie de tentáculos urticantes que ayudan a la captura de las presas.
¿A qué tipo de ecosistema pertenece el arrecife de coral?
Porque alberga una grandiosa diversidad a pesar de que ocupan una superficie total en los océanos que no supera el 0,1% de la totalidad marina.
Sin embargo, en ese espacio reducido en la inmensidad de los océanos que equivale a la mitad de Francia, se consigue el 25% de todas las especies marinas.
Abundan en este ecosistema especial diversas especies de peces, 123 en total para ser más exactos, así como moluscos, esponjas, crustáceos, tunicados, equinodermos, gusanos y otros cnidarios.
Aunque la mayoría de estos ecosistemas prosperan en aguas poco profundas, también hay algunos que se desarrollan a grandes profundidades marinas y en aguas frías.
¿Dónde podemos encontrarlos?
Estos ecosistemas tan particulares se forman en los mares tropicales del planeta.
Por ejemplo, en el continente americano se consiguen en la zona del Golfo de México, en Florida, Estados Unidos y en toda la costa pacífica que va desde California hasta Colombia.
Pero también tienen gran presencia en las aguas marinas de Brasil, en el mar Caribe y toda la costa continental e insular. A nivel mundial, los arrecifes más conocidos e importantes son:
Mar Rojo asiático y archipiélago Indio-Malayo, en Asia.
También se despliegan arrecifes de coral en Australia, la Micronesia, Nueva Guinea, Fiji y Tonga. En total, se ha establecido que los arrecifes de coral cubren una superficie estimada de entre 284.300 a 920.000 Km2, mayormente ubicados en la región Indo-Pacífica, Australia, Indonesia y Filipinas.
Los arrecifes albergan diversas especies de algas clorófitas, así como también macroalgas pardas, rojas y verdes y coralinas.
Existe además una fauna numerosa, con más de un centenar de peces, invertebrados como los pulpos, caracoles, camarones y calamares, estrellas de mar, erizos de mar, esponjas marinas, tortugas y hasta mamíferos acuáticos como el manatí, entre otras especies.
¿Cómo se forma el arrecife de coral?
Según ha establecido la comunidad científica, la mayoría de los arrecifes de coral se formaron hace unos 10.000 años atrás, al término del último período glacial que padeció el planeta, justamente cuando sobrevino el deshielo y se produjo.
Por ende, una subida en el nivel del mar y severas inundaciones en las plataformas continentales.
Por lo tanto, muchos arrecifes no recibieron suficiente luz y perecieron ahogados. Otros se hallan a grandes profundidades, en torno a islas oceánicas de origen volcánico y en formaciones como atolones, como consecuencia de esta catástrofe natural.
¿Sabías qué...?
Muchas comunidades coralinas se asentaron en las plataformas continentales y subieron al igual que lo hizo el nivel del mar. El naturalista Charles Darwin dedicó una disertación teórica en torno a la formación de los arrecifes que plasmó en su libroThe Structure and Distribution of Coral Reefs.
Allí asevera que los atolones se formaron tras el levantamiento y la subsidencia de la corteza marina ubicada debajo de los océanos, en tres etapas: primero se forma un arrecife de coral alrededor de islas volcánicas extintas, cuando estas se desploman junto al fondo oceánico.
A medida que el hundimiento se profundiza, se va formando una barrera de coral que da paso al atolón. Los arrecifes, en un sustrato sólido, se forman después de que las plánulas dan origen a pólipos que se multiplican generando colonias que cada vez se hacen más y más grandes.
Cuando las condiciones de luz, temperatura y movimiento de las aguas son idóneas, entonces estas colonias se desarrollan en forma vertical y horizontal.
Los esqueletos calcáreos de los pólipos de edad avanzada que van muriendo, permanecen para que encima de estos se formen nuevas colonias, lo cual permite la supervivencia de este arrecife biológico.
¿Para qué sirve el arrecife de coral?
Son una barrera de protección perfecta que protege a otro gran ecosistema marino muy diverso: el manglar, pero también a praderas de hierbas marinas que no son capaces de soportar el embate constante de las olas.
Esto ocurre gracias a la ubicación estratégica de los arrecifes de coral, mayormente posicionados entre la costa y mar abierto.
Esta relación es recíproca porque a cambio de esta protección, los manglares y praderas de hierbas evitan que al arrecife lo ataque la sedimentación.
También le sirven de área reproductiva y crianza de muchas especies que forman parte de su ecosistema.
¿Por qué son importantes los arrecifes de coral?
También los arrecifes de coral son protectores naturales de muchos organismos marinos que se alimentan en este refugio de especiales características.
Porque no solamente les cuida del efecto de las corrientes, también atrae muchos nutrientes.
Y esto ocurre porque los arrecifes de coral mantienen una relación simbiótica entre sus pólipos y unas algas microscópicas llamadas zooxantelas, las cuales entregan nutrientes gracias a la fotosíntesis que cumplen a cabalidad con ayuda de los rayos solares.
También conviven algas que producen más nutrientes a través del proceso de fotosíntesis. Y hay cianobacterias responsables de fijar el nitrógeno ambiental.
También las esponjas marinas establecen relaciones de simbiosis con organismos fotosintéticos cómo las cianobacterias, diatomeas y las zooxantelas, porque son capaces de reproducirse en su interior, suministrando nutrientes.
Muchos peces también se alimentan de algas y corales, aunque ellos después sirven de comida a otras especies. Pero también los arrecifes de coral proporcionan una fuente segura de ingresos para actividades pesqueras y el turismo, que se ha estimado en una aportación de más de 375 mil millones de dólares anuales.
Lo malo es que la sobreexplotación pesquera en estos reservorios calcáreos, ha desencadenado procesos de destrucción, porque estos ecosistemas son bastante frágiles.
Igualmente, el cambio climático, los cambios de temperatura del agua, así como su proceso de acidificación, técnicas pesqueras con uso de explosivos y cianuro para acuarios, usos perjudiciales de la tierra con fenómenos negativos como la escorrentía agrícola y urbana que contaminan los cuerpos de agua, han venido socavando estos ecosistemas, al punto que muchos están en proceso de extinción.
¿Qué pasaría si no existieran los arrecifes de coral?
Pese a su importancia para la ecología marina y la biodiversidad mundial, los arrecifes de coral están amenazados por culpa del calentamiento global, la contaminación de los mares y la extracción inaudita del coral con fines comerciales aprovechados en la industria de la joyería.
Otra amenaza de naturaleza biológica la protagoniza una estrella de mar llamada Corona de espinas, la cual devora los corales sin vergüenza alguna.
Los arrecifes de coral tienen una importancia superior, porque de ellos dependen muchas especies marinas que se alimentan de algas y del propio coral. Si desaparecen, también perecerán muchas especies, perdiéndose la biodiversidad marina.
Esto, adicionalmente, altera el equilibrio marino en forma irremediable, afectando igualmente los manglares, otro ecosistema vital que protege las costas de la acción erosiva del mar y mantiene la diversidad en los océanos del mundo, entre otros beneficios claves para la vida del planeta.
¿Cuánto tiempo viven los corales?
Los corales son comunidades formadas, como ya hemos explicado, por millones de animales muy pequeños y aunque ocupan un espacio irrelevante en el fondo oceánico, albergan por lo menos al 25% de las especies marinas.
Los pólipos que integran y dan vida al arrecife de coral tardan mucho tiempo en crear una estructura completa. Se ha logrado establecer que tienen, en promedio, un crecimiento de entre 1-8 pulgadas por año.
No ha sido en realidad tan sencilla la formación de estos ecosistemas tan especiales. Los corales actuales tienen una edad promedio de 50 millones de años, aunque en su mayoría tienen unos 240 millones de años, aunque los antepasados más remotos se ubican entre 5 a 10.000 años atrás.
Sin embargo, se ha calculado también que una sola colonia de coral puede tener una vida útil menor, de cientos de años. Y los pólipos, en forma individual, apenas logran vivir un par de años.
Mi nombre es Teresa Vaz Ferrà y soy estudiante de Biología en Barcelona.
Me gusta colaborar con esta página porque desde bien joven me ha encantado el funcionamiento de la naturaleza y la biología. Tenía claro que quería estudiar algo relacionado con estos temas y por eso me acabé decidiendo por Biología.
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Los arrecifes de coral son estructuras subacuáticas o elevaciones en el fondo marino que se forman gracias al carbonato de calcio de los exoesqueletos que secretan los pólipos coralinos del orden Scleractinia.
El arrecife de coral es un ecosistema muy dinámico. Se le conoce también con el nombre de “selva de mar”.
Estos ecosistemas tan particulares se forman en los mares tropicales del planeta.
Según ha establecido la comunidad científica, la mayoría de los arrecifes de coral se formaron hace unos 10.000 años atrás, al término del último período glacial que padeció el planeta, justamente cuando sobrevino el deshielo y se produjo.
Son una barrera de protección perfecta que protege a otro gran ecosistema marino muy diverso: el manglar, pero también a praderas de hierbas marinas que no son capaces de soportar el embate constante de las olas.
También los arrecifes de coral son protectores naturales de muchos organismos marinos que se alimentan en este refugio de especiales características.
Pese a su importancia para la ecología marina y la biodiversidad mundial, los arrecifes de coral están amenazados por culpa del calentamiento global, la contaminación de los mares y la extracción inaudita del coral con fines comerciales aprovechados en la industria de la joyería.
Los corales son comunidades formadas, como ya hemos explicado, por millones de animales muy pequeños y aunque ocupan un espacio irrelevante en el fondo oceánico, albergan por lo menos al 25% de las especies marinas.
