Los recursos naturales están conformados por todos los elementos y fuerzas presentes en la naturaleza que gracias a su aprovechamiento mejoran la vida del hombre, con apoyo en diversas técnicas y tecnologías aplicadas con eficiencia que incluso prodigan bienestar económico.
Los recursos minerales, los suelos, animales y plantas son fuentes de explotación directa por parte del hombre, en su afán por mejorar sus condiciones de vida.
En términos generales, abarcan todos los elementos que conseguimos en la naturaleza, en la madre Tierra, tanto a nivel superficial como en las profundidades de la corteza terrestre y fuera de ella, como por ejemplo la energía solar y el viento.
Gracias a la inventiva del ser humano, muchos recursos como el viento, el agua y el sol son fuente segura de producción de energía a pequeña, mediana y gran escala. Por eso la conservación de estos recursos disponibles en la naturaleza impone una consciencia superior dirigida a utilizarlos de forma racional.
Los recursos naturales se clasifican en dos grandes grupos: los renovables y los no renovables. Los primeros están siempre disponibles, se pueden reutilizar una y otra vez siempre que se sepan conservar, pero los segundos no, son finitos, agotables y demoran muchísimo tiempo en regenerarse.
Los recursos renovables pueden regenerarse en corto tiempo, es decir, en días, meses y años, como sucede con las plantas y los animales, el agua, el aire y los suelos. Y pueden ser verdaderos y aparentes. Los primeros tienen capacidad para reproducirse pero los segundos no lo pueden hacer.
Hay algunos que se regeneran a largo plazo, en miles y millones de años, tal y como sucede con los minerales disponibles en grutas y cuevas.
Los recursos no renovables comprenden metales sólidos y no metales semisólidos, así como combustibles de origen fósil, que comprenden restos de organismo fósiles pertenecientes a las distintas eras geológicas pasadas de la Tierra.
¿Por qué es importante la conservación de los recursos naturales?
Indudablemente, sin los recursos naturales no sería posible desarrollar actividades económicas indispensables para el funcionamiento cabal de los pueblos.
Son la base del sistema socioeconómico de las Naciones. Por ejemplo, sin la disponibilidad de peces y otras especies marinas la pesca no existiría.
Tampoco la agricultura ni la ganadería serían viables sin especies cultivables de plantas de todo tipo y reses y otros animales que son fuente segura de proteínas.
La minería, aunque puede llegar a ser muy letal para el medioambiente, bien llevada constituye una fuente segura de riqueza y de generación de miles de empleos directos e indirectos.
El petróleo, la principal fuente no renovable de energía más explotada a nivel mundial, ha traído grandes progresos económicos a los países poseedores de este recurso natural limitado que se extrae de las entrañas de la madre Tierra para generar distintos tipos de energía, principalmente electricidad y combustibles que mueven al mundo entero. Pero los combustibles fósiles no se regeneran fácilmente.
¿Sabías qué...?
Han demorado miles de millones de años en producirse y su uso indiscriminado es la principal causa que daña al medioambiente, porque se componen de una gama de componentes químicos muy dañinos que son responsables del calentamiento global, del cambio climático que está causando la desaparición de miles de especies animales y vegetales a nivel mundial.
Es muy importante cuidar de todos estos recursos naturales renovables y no renovables, ya que nuestra subsistencia y desarrollo depende de una explotación racional de la disponibilidad de plantas, animales, agua, suelos, entre muchos otros usados cotidianamente por el hombre para garantizarse alimentación y comodidades.
Hay que tener claro que muchas actividades productivas pueden impactar negativamente la disponibilidad de recursos naturales.
La industria, por ejemplo, es responsable directa de la contaminación de ríos y otras fuentes de agua dulce y salada, porque vierte en ellos sus desechos tóxicos indiscriminadamente, al punto que ha puesto en riesgo la calidad de las aguas y, por ende, la vida de los seres vivos, incluidos los humanos.
También impacta otras actividades productivas, como la pesca y la agricultura. Los recursos naturales son tan generosos que no solamente nos prodigan alimentos, vestidos, vivienda, sino también recreación y actividades turísticas que derivan en otro tipo de industria muy lucrativa.
Incluso, forman parte activa de nuestras costumbres, determinan la cultura de los pueblos que, ancestralmente, se han servido de sus elementos, de diversas materias primas como madera, minerales, petróleo, gas y carbón para subsistir y evolucionar como sociedad.
De allí que resulte indispensable mejorar cada vez más las tecnologías disponibles empleadas para aprovechar racionalmente los recursos naturales, sin poner en peligro de muerte a la Tierra.
¿Qué podemos hacer por la conservación de los recursos naturales?
Lo primero y más importante es hacer un uso racional de la explotación de las materias primas disponibles en la naturaleza, para mantener el equilibrio de los ecosistemas, favorecer la biodiversidad y garantizar de esta manera todo cuanto necesitemos, pero sin dañar el medioambiente.
La preservación del medioambiente debe ser considerado cómo un sistema de medidas sociales, económicas y tecnológicas enfiladas a lograr ese uso racional de los recursos naturales, de aquellos complejos naturales escasos o en vías de extinción, pero sobretodo a proteger la naturaleza y sus elementos integrantes de la contaminación y la degradación a todo nivel.
¿Quién cuida los recursos naturales?
Los seres humanos somos los grandes depredadores del medioambiente, muy por encima del resto de las especies que imponen su superioridad para subsistir y perpetuarse.
Por eso nos corresponde asumir una nueva forma de interrelacionarnos con la naturaleza, sus elementos y fuerzas, si es que en verdad deseamos perpetuar nuestra especie y salvar el planeta de la seria amenaza que significa el cambio climático, un fenómeno altamente destructor que socava el equilibrio de todos los ecosistemas.
Tomar consciencia de la importancia de los recursos naturales para el sostenimiento de la especie humana y del resto de los seres vivos que habitan la Tierra, es tarea impostergable.
Mi nombre es Teresa Vaz Ferrà y soy estudiante de Biología en Barcelona.
Me gusta colaborar con esta página porque desde bien joven me ha encantado el funcionamiento de la naturaleza y la biología. Tenía claro que quería estudiar algo relacionado con estos temas y por eso me acabé decidiendo por Biología.
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Los recursos naturales están conformados por todos los elementos y fuerzas presentes en la naturaleza que gracias a su aprovechamiento mejoran la vida del hombre, con apoyo en diversas técnicas y tecnologías aplicadas con eficiencia que incluso prodigan bienestar económico.
Indudablemente, sin los recursos naturales no sería posible desarrollar actividades económicas indispensables para el funcionamiento cabal de los pueblos. 
Lo primero y más importante es hacer un uso racional de la explotación de las materias primas disponibles en la naturaleza, para mantener el equilibrio de los ecosistemas, favorecer la biodiversidad y garantizar de esta manera todo cuanto necesitemos, pero sin dañar el medioambiente.
Los seres humanos somos los grandes depredadores del medioambiente, muy por encima del resto de las especies que imponen su superioridad para subsistir y perpetuarse. 
